Crímenes con olor a cuero

Publicación por: Fabián Bonilla Patiño

Hay placeres saciados con sangre; placeres consumados en la escena del crimen; placeres que omiten reglas ajenas y adaptan meticulosamente maquinaciones que darán alimento a su cometido. Placeres que tienen como reminiscencias los callejones, los parques, los bares; así como otros lugares que develan vestigios de la cadena etimológica y alimenticia de algunas prácticas sexuales.

Cruising des

***

Nueva York, Estados Unidos – fines de los años 70: Un hombre completamente vestido de negro recorre la calle; se aproxima al bar PRIVATE CLUB 837. Su presencia es advertida por el taconeo de sus botas y el sonido de las hebillas que adornan su chaqueta de cuero…

Ingresa al bar; desciende por unas escaleras; paga la entrada; se sumerge en un ambiente de cuero, de “♪ ♫ ♩Lump ♪ ♫ ♩”, de cuerpos pavoneándose en el frenesí de su desnudez.

En medio de su contoneo cruza miradas e inicia una conversación:

– ¿Tengo tu visto bueno?

– Me molesta el tabaco.

– Ah, ¿sí?

– Lo encuentro asqueroso…

– Pues a mí me encanta.

– Es como volver a la teta. Si quieres dejarlo sustitúyelo por otra forma de goce infantil…

– Yo no quiero dejarlo.

– Te sugiero que te pases una pluma de avestruz por la espalda, desde los glúteos hasta la misma nuca.

–¿Eso no crea adicción?

–¿Por qué vienes aquí?

–¿Por qué vienes tú?

– Mi ego me crea problemas: necesito que todos me adoren.

–¿De dónde vienes?

– De Marte.

– Estupendo, nunca lo he hecho con un marciano.

Su efectiva y enigmática conversación de inicio sugiere visitar el ST.JAMES/HOTEL En éste sus aproximaciones trasmutan en un estado verdugo y ejecuta su ritual: se acerca a su víctima después de un preámbulo erótico; extrae un cuchillo oculto en una de sus botas; juega con éste mientras acorrala la inmunidad de su víctima; le hace recostar boca abajo sobre la cama; amarra sus muñecas, luego sus pies…

No, por favor… por favor, por favor…

Me has obligado a hacerlo.[1]

***

Aquí tenemos el caso de un personaje colmado por aquellos placeres. También la escena relacionada con la sucesión de homicidios reportados por algunos habitantes de Nueva York tras la aparición de extremidades en superficies marítimas, y el hallazgo de cuerpos, como aquel en el ST.JAMES/HOTEL.

Hechos como estos han sucedido en diversos lugares del mundo, entre ellos la ya mencionada Nueva York que, en 1979, fue escenario de inspiración para el rodaje de «Cruising»: producción cinematográfica inspirada en una novela homónima (escrita por Gerad Walker) y en “(…) una serie crímenes que había cometido un año antes [el] radiólogo Paul Bateson, acusado de despedazar homosexuales y tirar los trozos al río Hudson” (Corazón Rural A, 2014)[2].

En esta película (de la cual Desorbitados extrajo la escena anterior para adaptarla narrativamente en esta publicación), el director William Friedkin involucra a los espectadores en la misión del detective Stive Burns –interpretado por Al Pacino–. Un policía novato quien, acostumbrado a la norma heterosexual, asume la tarea de  infiltrase en un ambiente gay para descubrir al homicida cuyas víctimas (hombres) acecha por medio del Cruising[3]. Infiltración compleja para el detective, pues verá comprometida su relación de pareja y lo que, hasta entonces, consideraba acerca de su propia sexualidad.

Algunos detalles acerca de esta producción cinematográfica, contemplan llamativamente las implicaciones que tuvo la interpretación de Stive Burns para Al Pacino. El actor osó involucrarse en experiencias homosexuales motivadas por el cruising, el sadomasoquismo y otras parifilas no censuradas durante el rodaje, que, además, dieron un toque particular a la cinta: tanto el personaje como el actor heterosexuales, asistieron al encuentro con una realidad ajena a sus cotidianidades.

Por otra parte, el actor, se enfrentó al boicot de activistas opositores a este rodaje por entonces objeto de polémica y “críticas” desde las cuales se alegaban reproches por considerar “homofóbica” la propuesta Friedkin. Sin embargo existieron respaldos entorno a la emergencia del rodaje de parte de un público sadomasoquista, para el cual la película empezaba a representar una mirada no conocida, acerca de algunas relaciones homosexuales en los escondrijos nocturnos.

«Cruising» ha recibido todo tipo de comentarios; en su momento no fue acogida tanto por algunos sectores de gay, como por la cartelera del cine comercial. No obstante, en la actualidad, podría considerarse una película de culto gracias al tratamiento fotográfico y simbólico de escenarios que trazan historias acerca de los ambientes gay, infortunadamente embestidos por autores de siniestros planes como los crímenes con olor a cuero. Crímenes que esta semana Cinema Desorbitados opta por incluir en su lista cinematográfica, que hasta el momento no había contado con un thriller psicológico.

**PELÍCULA EN LÍNEA**


Notas

[1] Los diálogos incluidos en esta publicación fueron tomados directamente de la película, para desarrollar un ejercicio intertextual que da un giro en la sección Cinema Desorbitados.

[2]http://www.jotdown.es/2014/03/cruising-de-al-pacino-blanco-equivocado-de-los-movimientos-gais/

[3] Práctica sexual caracterizada por encuentros masculinos en espacios públicos. Según información hallada en internet la palabra que nombra esta práctica sexual, “(…) se acuñó en los años [70] en EEUU y hacía referencia a un bar gay, el Booze ‘n’ Cruise, situado en la Ruta 66 en Albuquerque (Nuevo México)” http://elarcoirislibre.blogspot.com.co/2011/12/fenomeno-cruising.html

9 pensamientos en “Crímenes con olor a cuero

  1. Der Ketzer dice:

    No la había visto, buena idea para este finde, gracias por compartirla!

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    • Desorbitados dice:

      ¡Espero que sea de tu agrado!

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      • Der Ketzer dice:

        Seguro!Pacino me encanta y la temática descrita no puede ser más interesante 🙂

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      • Desorbitados dice:

        En ese caso me gustaría tu comentario luego de que la veas 😀

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      • Der Ketzer dice:

        Hecho! Acabo de terminar de verla y aún estoy flipando. Esperaba ver el cuerpo de ella flotando frente a la barcaza del final, no te digo más. Pacino enorme, como siempre, el final brutal incluso sin ser una sorpresa. El desarrollo de las dos personalidades del protagonista es sublime, en serio, y cómo conviven ambas sin llegar a suponer un trauma para él. Lo que más me ha gustado? La escena en que le piden que salga del club porque su actitud no es la adecuada, la cara de él en esa escena, no le hace falta ni abrir la boca, se puede ver la lucha física entre ambas personalidades por reaccionar y evitar el desastre.
        Más allá de su calidad de imagen, banda sonora, fotografía o lo que quieras analizar,me ha encantado, de verdad, y seguro que me gustará aún más las siguientes veces que la vea, tiene mucha chicha oculta. gracias!

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      • Desorbitados dice:

        Magnífico que te hayas tomado el tiempo para verla y pasar por acá para dejar tus observaciones. Compartimos el hecho de que se trata de una buena cinta; que la actuación de Pacino no es menor teniendo en cuenta el reto, para nada fácil, de actuar bajo el guión de un personaje homosexual y que el drama psicológico en que nos sumerge el director es llamativo e inquietante. 😀

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      • Der Ketzer dice:

        Qué menos! Me lo pediste y soy muy bien mandada, jejeje.
        Además, la recomendación mereció la pena. Gracias

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  2. icástico dice:

    Para este finde no, para el siguiente. Gracias

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